ALOJAMIENTO
Pueden mantenerse tanto en interior como en el exterior; su edad o estado físico pueden condicionarlo.
A) Interior:
Un terrario amplio es básico: partiendo de unas dimensiones de 60×90 cm, incrementándose su tamaño a medida que la tortuga crezca. Existen en el mercado diferentes sustratos adecuados para ellas, con espesores variables según la especie.
El recipiente de agua debería ser lo suficientemente grande como para que la tortuga se pueda mojar completamente en ella , pero no muy profundo (sin llegar a cubrir la cabeza). Debe proveerse también un escondite para ellas. Puede añadirse algún tronco, piedra,… siempre intentando que resulte lo más similar a su hábitat natural.
Deben recibir una combinación de luz visible, rayos UVA y rayos UVB (proporciones variables según especie). Esto puede hacerse a través de fluorescentes específicos (respetar fotoperiodos naturales ) y la exposición directa a la luz solar (fundamental y siempre preferible).
Un termómetro y algun sistema calefactor (esterilla, cable calefactor, bombillas,…) permitirá mantener el gradiente de temperatura.

B) Semilibertad en el exterior:
Es aconsejable una zona amplia y soleada, resguardada de corrientes de aire y con lugares donde puedan cobijarse. Habilitar una zona con agua de fácil acceso. Tomar precauciones necesarias para evitar caídas, huídas y contacto con según qué animales que pudieran dañarlas.

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